Esencial.

Búsqueda de cosas que midan las cosas sin cupo.
Lo inservible del poder decir sí al no.
Colección sonora de huesos –equilibrio
En los ojos
Muerte interminable pronuncian tus labios
Mientras los dedos rozan otros – asuntos
No ajenos
A todo respirar, a inhalaciones cristalinas,
A 3 madrugadas y 1 mañana de lectura
Donde no pasa nada /por todos nuestros poros
Nada pasa/
Al fin agua de océanos, de siglos profundos
De cuantas marcas en las plantas púdicas
De nuestros pies, de nuestros versos de
Todos sus vasos que en besos mortales
Han terminado arrastrando la posición más elevada
La finura del músculo que al sonido precede
Produce, entonces y a pesar de todo, el rasguño
A lo material de la existencia; el puño también
Levanta con la misma inclinación del sexo
Al despedir otoño en el crepúsculo de color/es
Decir ni el la pantomima clara del a/tarde/ser
Sombra
En las luces del circulo-iris de cielo viaja
Vieja armonía de compases ebrios, de tiempos
Marihuanos, de claves clavadas en ritmos lujuriosos
Oh! Oso que me ataca por las noches y en cama,
A vos imploro no me salga lo súdaca por acá
Mejor la marcha en que todos y todas (conmigo)
C perdieron
Y esas letras del abecedario que saltan a lo freudiano

Lo que pasa: pasa. Lo que viene es distinto de lo venido
Es por eso esta sarta de conjuros,
Los maleficios de mis plegarias desplegadas
Por mis sonidos, sacrifico el entendimiento –propio-
Por el bien –común- de nuestros cuerpos.

Paraísos para2 acostados
Sin puños sin labios sin instrumentos
Con llaves del encueramiento
Se retuercen, gozan, cascabelean tartamudos
Hipocritassinsentido estalla el tálamo sin algo encima.