bitacora

Un fondo de teponaztle y tambores musicalizan estas paginas de la bitácora, esta noche, este momento de búsqueda en el ombligo del Universo, donde al mirar el cielo descubres todas sus minas. Me he espinado hasta las nalgas, por suerte las burras protegen mis pies. El viento juega con su hermano fuego y al parecer me invitan al juego ahumeándome. Los animales comienzan a cantar. El tiempo sigue extraviado pero amaneció en el desierto, encontramos el campamento amigo, comí hikuri y la percepción esta alterada, tuve 1 deja vú y de pronto el espíritu de búsqueda me ataco. Estar bien pedote con el peyote, tembloroso como el viento que me pone. Todo cambia, la percepción es tan ajena a lo que se puede tocar. Sigue el abuelo fuego jugueteando con las cosas invención de lo disforme que escribo, las espinas desaparecen, todo desaparece cuando se aferra como el peyote que buscamos y encontramos antes de perder de nuevo la dimensión. Entradas y salidas.