(A Manera de Insulto)
Sin el afán de leer clásicos, sin las ganas de escribir palabras, con el entusiasmo de tartamudear oraciones entre labios de osas que alumbren la noche de este cuarto.
Me muerdo las palmas
Para no tocar
El rostro de tu sombra
Que proyectan mis ojos
Sobre el celuloide que los cubre.
Por los pulmones circula el mismo viento que se acomoda neurona a neurona. Esta hoja sobrara cuando la calidad se descubra y morirán incineradas las palabras que un aparato escupe, excitada por los dedos cada tecla se transforma en clítoris, la barra espaciadora es 1 de los 2 labios inferiores.
Los condimentos que sazonen a la mujer que se describe (sin mencionar rasgo alguno de su contorno) entre letras, para evitar la saturación de materia, lunares sobre lunares; serán los puntos, las comas, los paréntesis serán parpados de ojos que no requieren vendas por no traer baterías. Signos de exclamación se abren como la boca gritando en la función del orgasmo, basta decir que el coito no requiere intermedio.
Cabe y no sobra, aclarar que no eh separado los labios de la taza ni la vista del café, este conjunto de letras que quizá se atreva injustamente a formar palabras y contorneen enunciados no contienen las esperanza de corromper una verdad, de entablar un dialogo o siquiera aun, de arrancar una sonrisa; ellas no son culpables de su propia existencia, no se les culpe por la infracción a las reglas de los márgenes, pues, son producto externo alienígenas sobre el mundo blanco de la hoja, son marcianos sin cabida en este plano tan plano que no busca transportarte a otras dimensiones, de otra forma, podríamos decir, que estas letras son los vagones del tren que ha de conducirte al desastre interior que provocara el caos de tu cerebro y escupirás como indigente por el mal sabor que te ocasiono el saber acomodarlas.
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